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Tipos de limpieza hospitalaria
En los hospitales, la limpieza no es solo una cuestión de estética o presentación, sino un pilar fundamental para la seguridad sanitaria. La higiene en entornos hospitalarios evita contagios, previene la propagación de enfermedades y protege la salud tanto del personal como de los pacientes. Pero, ¿sabías que existen distintos tipos de limpieza hospitalaria, cada uno con protocolos, productos y frecuencias específicos? En este artículo, te explicamos en detalle cada uno de ellos y te damos algunos consejos prácticos para mantener la calidad y efectividad en los procesos de limpieza hospitalaria.

¿Qué es la limpieza hospitalaria?

La limpieza hospitalaria es el conjunto de procedimientos destinados a eliminar suciedad, residuos y agentes patógenos de las diferentes áreas de una institución de salud. Su principal objetivo es mantener un entorno seguro y libre de contaminación, reduciendo el riesgo de infecciones asociadas a la atención médica.

Importancia de la limpieza hospitalaria

En hospitales, clínicas o centros de salud, una limpieza deficiente puede tener consecuencias graves, como la transmisión de bacterias resistentes o virus infecciosos. Por eso, cada tipo de limpieza tiene un protocolo diseñado para cubrir las necesidades específicas de cada espacio.

La limpieza hospitalaria contribuye a:

Tipos de limpieza hospitalaria

Todo nuestro personal de aseo hospitalario está debidamente capacitado en:

Limpieza Rutinaria

Es la que se realiza de forma diaria y continua en las áreas generales del hospital, como pasillos, consultorios, salas de espera y baños. Su objetivo es mantener la higiene constante y evitar la acumulación de polvo, residuos o microorganismos. Incluye tareas como el barrido húmedo, trapeado, limpieza de superficies y reposición de insumos. Ejemplo: limpieza de consultorios entre la atención de pacientes.

Limpieza Terminal

Este tipo de limpieza se realiza una vez un paciente ha sido dado de alta o trasladado, especialmente si estuvo en aislamiento. Su propósito es desinfectar completamente la habitación o área antes de ser ocupada nuevamente. Se usan productos desinfectantes hospitalarios y se limpian paredes, techos, pisos, camas, mobiliario, equipos médicos y puntos de contacto. Objetivo: eliminar todo rastro de contaminación biológica.

Limpieza de Áreas Críticas

Estas son las zonas con mayor riesgo de contaminación, como quirófanos, salas de parto, unidades de cuidados intensivos (UCI) o laboratorios. Se requiere personal altamente capacitado y productos de grado hospitalario, además de protocolos rigurosos de bioseguridad. La limpieza en estas áreas debe ser constante y supervisada, garantizando que cada procedimiento cumpla con los estándares de control de infecciones.

Limpieza Programada (Brigadas)

Se trata de limpiezas planificadas y profundas que se realizan periódicamente en áreas de baja o media circulación. Incluye la remoción de polvo acumulado, lavado de paredes, techos, luminarias, rejillas de ventilación y mobiliario que no se limpia diariamente. Las brigadas suelen realizarse semanal o mensualmente, dependiendo del flujo del hospital.

Limpieza Correctiva o Especial (Kit de Derrames)

Este tipo de limpieza se ejecuta cuando ocurre un accidente o contaminación puntual, como derrames de fluidos corporales, químicos o medicamentos. Para ello, se utiliza un kit de derrames, que incluye elementos absorbentes, guantes, mascarillas, soluciones desinfectantes y bolsas de residuos biológicos. El procedimiento debe realizarse de inmediato, siguiendo estrictos protocolos de bioseguridad para evitar riesgos.

Consejos prácticos para una limpieza hospitalaria eficiente

Capacita constantemente al personal

La formación en bioseguridad es clave para evitar errores.

Usa productos certificados

Deben cumplir con normativas sanitarias y ser seguros para los pacientes.

Aplica el código de colores

Evita la contaminación cruzada diferenciando implementos por área.

Supervisa los procesos

La auditoría constante mejora la calidad y seguridad.

Mantén registros

Documentar las limpiezas realizadas ayuda al control y la trazabilidad.

La limpieza hospitalaria es un componente esencial en la prevención de infecciones y el mantenimiento de un entorno seguro.
Cada tipo de limpieza cumple una función específica que, en conjunto, asegura que los espacios médicos estén siempre en condiciones óptimas para la atención.
Contar con un equipo profesional, productos adecuados y protocolos bien definidos es la clave para garantizar la salud y confianza de todos.

Preguntas frecuentes

¿Cuál es la diferencia entre limpieza rutinaria y terminal?

La limpieza rutinaria es diaria y mantiene la higiene general; la terminal es profunda y se realiza tras la salida de un paciente para eliminar toda contaminación.

Se emplean detergentes y desinfectantes de grado hospitalario, certificados por las autoridades sanitarias.

Depende del área, pero suele hacerse semanal o mensualmente, según el nivel de uso del espacio.

Guantes, mascarillas, material absorbente, bolsas de residuos biológicos, solución desinfectante y elementos de protección personal.

Personal capacitado en bioseguridad, con conocimientos específicos sobre protocolos hospitalarios.

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